La ternura (comedia de teatro) – Reseña

 La ternura (comedia de teatro) – Reseña

‘La ternura’ se presenta en el Nuevo Teatro Libanés. (Foto: Cortesía MejorTeatro)

Por Abraham Monterrosas Vigueras

Sobre el amor tal vez ya se ha dicho todo… lo que cambia es la manera de decirlo. En el arte, puede ser mediante una película romántica, una serie televisiva, una pieza musical o incluso una obra de teatro. Pero si ya se ha dicho todo, ¿para qué seguir insistiendo? Pues justo para que desde el arte dramático se cree una obra como La ternura, una impensable comedia de enredos con un formato que le da un giro de tuerca a las más conocidas formas de hacer reír.

Hartas de las imposiciones masculinas, una reina y sus hijas huyen a bordo de un barco para rehacer sus vidas y fabricar su propia utopía: un nuevo entorno sin hombres. El problema ocurre cuando, al llegar al lugar, se encuentran con un leñador y sus dos hijos, quienes también huyeron para, exactamente, no volver a ver a una mujer en sus vidas.

Si bien se infiere lo que podría pasar con una trama así, el logro de esta obra no está tanto en el ‘qué’, sino en el ‘cómo’. En vez de diálogos planos velados por grandes escenografías, el guión se inspira en los versos de la literatura clásica y el teatro isabelino, tipo William Shakespeare, con todo tipo de referencias: La tempestad, Noche de reyes o Sueño de una noche de verano.

Una jugada así de arriesgada sólo podría ejecutarse si se cuenta con avispados actores… y la obra los tiene: Alejandro Calva, (la gran) Mónica Dionne, Arap Bethke, Carla Medina, Pierre Louis y Luisa Guzmán Quintero. Algunos tendrán trayectorias más extensas y experimentadas que otros, pero frente al público sí demuestran tener el común denominador de ser unos linces del escenario.

Y es que un actor que esté a la altura de La ternura debe conocer al dedillo los fundamentos del teatro: imaginación, un tono bien establecido, cuadratura, la permanencia para sostener una obra casi por completo y la ejecución de sus líneas a rajatabla, con poco espacio para la improvisación. Así fue pensado desde el comienzo… y el resultado nunca pudo ser tan divertido.

De hecho, el libreto es tan medular que la obra no tiene escenografía más que la de un amplio velo que les permite hacer las transiciones. Es más, ni siquiera hay música ni efectos especiales, lo cual hace que la riqueza del guión funcione como protagonista, y sobre él todos los actores deben moverse con destreza, soltura y, por supuesto, talento (no por nada el cierre de la obra ha llegado a contar con más de un minuto de aplausos del público).

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El resultado es delicioso. De hecho, asombra ver cómo una puesta con un formato tan clásico pueda presentarse en nuestros tiempos y provocar una risa así de fresca. Todo es resultado de una obra bien hecha, con los remates justos, un giro casi al final que soltará las risas más imprudentes y un guión lleno de frases para enmarcar (“Las mujeres son selvas en las que se entra confiado y se sale escaldado”, “La tristeza huye espantada porque no tiene sitio entre nosotros”, “Para los padres no hay secretos, sino cosas que se revelan con el tiempo”).

Detrás de esta alquimia están muchos nombres: el autor es el dramaturgo español Alfredo Sanzol (ganador del Premio Max de las Artes Escénicas en tres ocasiones), Estela Fagoaga hizo los llamativos diseños de vestuario, la producción es un acierto más de Morris Gilbert; y la dirección, en armonía con un producto con tal calidad, está a cargo del legendario Benjamín Cann (El pecado de Oyuki, María Mercedes y Rubí, entre muchos otros títulos).

La obra se estrenó con gran éxito en España en 2017, lo cual le valió varios premios teatrales, y después el director Vicente Villanueva la adaptó a la pantalla grande. Así que ahora es un gusto tenerla en México, donde el público se llevará una comedia redonda y llena de calidad que habla sobre la huida, las diferencias, la familia, la resignificación y lo que se logra cuando se permite ser invadido por la ternura del amor.

¿Qué te parece? ¿Te gustaría ver esta obra? ¿Qué otra nos recomiendas? Envíanos tus comentarios.

La ternura
Nuevo Teatro Libanés (funciones cada 15 días)
Barranca del Muerto casi esquina con Insurgentes Sur
Viernes, a las 19:00 y 21:30 horas
Sábados, a las 18:00 y 20:30 horas
Domingos, a las 17:00 y 19:00 horas
Boletos en: https://mejorteatro.com/obra/la-ternura/

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