Duelo en niños: ¿cómo ayudarlos a enfrentar una pérdida?

 Duelo en niños: ¿cómo ayudarlos a enfrentar una pérdida?

En los niños, la comprensión de la muerte tiene varias etapas. (Imagen de debowscyfoto en Pixabay)

La muerte sigue siendo una experiencia difícil de enfrentar, vivir y explicar. Si el duelo de un adulto puede ser duro, ¿cómo lo enfrentarían los niños? Nuestros amigos de Gayosso nos proporcionan información al respecto.

A pesar de formar parte del ciclo natural, cuando se trata de enfrentar la partida de un ser querido, y más cuando a quien hay que explicar lo que sucedió es a un niño, es mucho más difícil si quien fallece es mamá, papá o ambos.

El temor que los adultos experimentan al enfrentar esta situación hace que muchas veces se elija callar, ocultar o posponer. Se considera o supone que puede ser difícil para los pequeños entender y procesar la muerte de ese ser querido. Entonces, se cae en el error de actuar como generalmente se hace entre la mayoría de los adultos: negando sentimientos, posponiendo su expresión o desviando la atención.

En ocasiones, dar explicaciones que generan confusión aumentaría el dolor en lugar de disminuirlo. Entonces, pueden hacer surgir un duelo complicado que requerirá, tarde o temprano, una intervención psicológica.

Los adultos en general quieren proteger a los infantes y evitarles un dolor y sufrimiento, lo cual es imposible, al menos con respecto al dolor, pues el sufrimiento se puede evitar. De hecho, aprender a enfrentar el dolor les dará la oportunidad de generar y crear habilidades que les permitirán tener fortaleza para experiencias de la vida adulta.

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Las dudas más frecuentes

Algunas de las dudas y preguntas que a los adultos les podrían surgir son: “¿Qué le digo?”, “¿Cómo se lo cuento?”, “¿En qué momento?”, “¿Lo entenderá?”, “¿Qué hago si llora?”, “¿Y si soy yo quien se suelta a llorar?”. Finalmente, a los adultos les corresponderá dar esta noticia y deberán estar preparados para saber cómo reaccionar o qué responder a lo que el pequeño haga.

De las explicaciones que se les den, y de la respuesta o reacción que tengan los adultos, dependerá la forma en que los niños vivan su primer duelo.

Un elemento necesario a considerar es la forma en que haya sucedido la muerte. Por ello, se recomienda tratar de contar con suficiente información al respecto.

Etapas de los niños en la comprensión de la muerte

Para poder abordar la muerte con un niño o niña, es importante conocer qué es lo que ellos saben o cómo la conciben. A continuación se brinda una mirada general a ese pensamiento.

  • De los 2 a los 4 años. Cuando el lenguaje está iniciándose, la muerte la conciben como algo reversible, temporal e impersonal. Posteriormente, esto se refuerza con los personajes que ven en televisión o series, en los que dichos personajes mueren y en el programa siguiente vuelven a aparecer.
  • De los 5 a los 9 años. Empiezan a darse cuenta de que la muerte es definitiva, que los seres vivos se mueren, pero no la perciben como algo que les puede suceder o afectar. Pueden asociarla con imágenes, como calaveras, o algún personaje que conozcan. Algunas veces, estas imágenes pueden generar pesadillas.
  • De los 9 a los 10 años. Entenderán que la muerte es irreversible, que todos los seres vivos algún día morirán e, incluso, que ellos mismos morirán. Es posible que se pregunten sobre la vida y la muerte, o por el sentido de la vida, como una manera de superar miedos y de intentar tener el control sobre la muerte.

Saber cuáles son los sentimientos que los niños experimentan ante la muerte será de gran ayuda, sobre todo si se les puede explicar qué es cada emoción o cada sentimiento. Esto es de suma importancia ya que, además de identificar qué está sintiendo, es indispensable validar lo que uno siente, no negarlo o minimizarlo, con la creencia de que, si siente algo, se va a sufrir más.

Es posible que tal vez los adultos puedan sentir desconcierto o dudas, incluso sobre sus propios sentimientos, pero se debe confiar en la sabiduría y naturalidad de cada pequeño. Puede haber sensaciones de tristeza, miedo, soledad e ira.

Lo más importante…

¿Cómo y quién le dirá que papá o mamá o ambos murieron? Y las dos preguntas más difíciles de contestar: “¿En qué momento?”, “¿A quién le corresponde?”. Se tienen que considerar los diferentes escenarios: si es papá o mamá quien murió, será quien sobrevive la persona más adecuada para darle la noticia.

Se considera que el principal y más importante elemento para hablar es el amor, porque de ahí es desde donde saldrán las palabras adecuadas, que serán mucho mejor si se toman en cuenta los dos elementos anteriores: la edad de ese pequeño y los sentimientos que puede experimentar.

También los sentimientos de la persona que dará la noticia son relevantes. El dolor personal se hace mayor cuando se tiene que atender el dolor de los hijos. Pero se sabe que la manera en que se encuentre el adulto será la manera en como abordará esta situación con los pequeños. Por eso, será primordial estar atentos a los sentimientos y llorar con ellos puede ser favorecedor.

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También puede servir…

Tal vez el adulto pueda compartir alguna experiencia de pérdida que haya vivido, como la de un abuelo, o de otro ser querido para iniciar. Es mejor, aunque sea doloroso, evitar expresiones como “Se fue” o “Ya no está”, así como no dejar vacíos que hagan que los niños generen sus propias conclusiones. Es importante estar alertas a las preguntas que los niños puedan hacer.

Estas son algunas de esas posibles preguntas, que variarán según la edad del pequeño:

  • ¿Cómo respira?
  • ¿Hace frío en donde está?
  • ¿Cómo se duerme?
  • ¿Quién me va a llevar a la escuela?
  • ¿Tú también te vas a morir?
  • ¿Quién va a trabajar?
  • ¿Cómo vamos a vivir?

Es necesario considerar que NO será una conversación de un solo día o de una sola vez. Irá cambiando conforme vayan creciendo.

“Con frecuencia, los abuelos y abuelas podrían ser los portadores de la noticia, e incluso cuidadores. Por ello, siempre es importante considerar la edad, los sentimientos que se generan y la forma en que ocurrió el fallecimiento”. Así lo comentó Anahí Polo, coordinadora de Tanatología en Grupo Gayosso.

Y agregó: “La tarea de apoyar a una niña o a un niño a afrontar la muerte de papá o mamá no es sencilla, pero sí es posible porque es necesaria, y será diferente si tomamos en cuenta algunas de estas recomendaciones. Además, confiemos en nuestra capacidad y en la de los pequeños para entender y superar esta situación”.

¿Qué te parece? ¿Qué opinas de estas sugerencias de los expertos? ¿Qué más te gustaría saber sobre este tema? Envíanos tus comentarios.

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