OV7 en concierto – Gran final (reseña)

 OV7 en concierto – Gran final (reseña)

OV7 se despidió de su público para siempre, luego de 30 años de carrera.

OV7 se despidió de su público para siempre, luego de más de 30 años de carrera, ante una repleta Arena Ciudad de México. Good News Central estuvo presente y te traemos todos los detalles de esta noche memorable tanto para los integrantes de la agrupación como para su público.

Al ser la última vez que se les ve cantar juntos, tuvieron muy diversos momentos para estar en contacto con la audiencia, tanto en conjunto como por separado. “Es una noche agridulce”, comentó Mariana Ochoa, mientras que en su momento Óscar Schwebel resumió en una frase la razón por la que todos (incluidos ellos) estaban ahí presentes: “Gracias por hacernos parte de sus vidas”.

Algo de lo que más nos asombró fue el tiempo que ha transcurrido. Y cómo, a pesar de eso, los miembros de OV7 hacen en el escenario lo mismo que lograban cuando rondaban los 20 años de edad: emocionar. Sin duda, llama la atención la fuerza que han conservado en escena.

A eso hay que sumar el talento de cada uno en vivo. Sus presentaciones en cualquier festival radiofónico o videoclip nunca dejaron ver al público el verdadero talento que tienen. Lo anterior va más allá de hacer algo tan difícil (y tan infravalorado) como lo es cantar y bailar al mismo tiempo, sino también en las armonías que logran y los solos, ya sea en la voz o en la danza, puntos en los que particularmente destacaron Lidia Ávila y Óscar Schwebel, respectivamente.

En un show que rondó las dos horas, OV7 demostró por qué es digno de tener una carrera de casi 35 años. Todas las canciones interpretadas fueron éxitos radiales y circularon activamente en las plataformas multimedia, un logro que es resultado de un público que merecía un cierre memorable… y lo tuvo.

De hecho, en un momento del concierto, sus integrantes mostraron al humano detrás del aplauso. Se les vio vulnerables y hasta frágiles, sobre todo cuando integrantes como Kalimba y M’balia compartieron las pérdidas que han sufrido en lo personal durante todos sus años artísticos, y el reto de sobrellevarlo para mostrar su mejor sonrisa ante las cámaras. De hecho, en un momento del show, cada uno subió al escenario a sus respectivos hijos y les agradeció su amor y paciencia durante el tiempo que los fans también los reclamaron.

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El repertorio elegido fue un conjunto de postales para la memoria de cada asistente a la Arena Ciudad de México: su primer amor, sus años de secundaria, su primer corazón roto, las coreografías en el patio de la escuela, las horas frente al radio esperando grabar esa canción que no se sacaban de la cabeza…

Pero OV7 también se da espacio para honrar su pasado. Es un grupo que siempre supo mirar atrás y repasar los cimientos más firmes de su legado. De ahí que, así como se corearon temas emblema como ‘Mírame a los ojos’ o ‘Shabadabadá’, también los hayamos visto en modo sesentero al ritmo de ‘Qué triste es el primer adiós’, con sombreros de vaquero para ‘Pónganse botas, quítense tenis’ y hasta en sus inicios infantiles cantando ‘Susanita tiene un ratón’.

La noche cerró con ‘Enloquéceme’, uno de sus temas cabalísticos y, además, el cinturón que une su pasado como La Onda Vaselina, su presente como OV7 y ahora su futuro como Lidia, Óscar, Mariana, Kalimba, Erika, Ari y M’balia. No importa qué direcciones les darán a sus carreras en solitario: como grupo, ya validaron un lugar en la historia del pop en México.

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