‘Querida’, Homenaje a Juan Gabriel / Cirque Música (reseña)

 ‘Querida’, Homenaje a Juan Gabriel / Cirque Música (reseña)

Cirque Música ‘Querida’ es la celebración oficial de Juan Gabriel. (Foto: Cortesía MejorTeatro)

Por Abraham Monterrosas Vigueras

“Cuando quieras tú divertirte más… yo sé de un lugar”. Se encuentra en el número 40 de Virginia Fábregas y se llama Teatro San Rafael, que en este momento pareciera haber cambiado su alto techo de concreto y lo ha reemplazado por la carpa bicolor de un circo, pues lo que está pasando recientemente ahí dentro es una absoluta fiesta.

Se trata de la unión de dos grandes titanes del entretenimiento: Cirque Música y el fallecido Juan Gabriel. El primero es una compañía mundial de espectáculos circenses; el segundo es simplemente el compositor mexicano más grande de los últimos tiempos. Y si por separado ya de por sí son una gran idea, empalmados representan magia pura.

El resultado: Cirque Música ‘Querida’, un show que combina lo mejor de ambos universos: acrobacia, composición, desafío a la gravedad, inspiración, fuerza, talento y amor. Mucho amor.

“Háblame de ti, cuéntame de tu vida…”

Cirque Música ‘Querida’ es difícil de definir: es una exhibición circense, pero también un repaso por los temas bandera del ídolo de Juárez; es un espectáculo como hace mucho tiempo no se ve en tierras aztecas, pero también el repaso por una vida fascinante. Es teatro, es música, es drama, es circo, es fiesta… es la vida.

La obra camina sobre un original (y mexicano) hilo conductor: las cartas de Lotería, sólo que con pequeñas adaptaciones. En vez de La Bota, La Mano o Las Jaras, aquí vemos La Invocación, El Palenque o La Cantina, y algunos directamente relacionados con la vida y obra de Juan Gabriel: El Campo, La Frontera e incluso La Cárcel.

El proyecto camina de la mano de Juan Gabriel en tres momentos clave: el joven con hambre de hacerse escuchar, el adulto que busca ir por más y el consagrado que se sabe leyenda. Y las referencias siempre son agradables: Daniela Romo, Isabel Pantoja y, por supuesto, Rocío Dúrcal. Pero pisa aún más fuerte cuando le agrega su magia visual: hay trucos con burbujas, números con aros, actos en medio del público, cambios de vestuario que parecen magia, show en patines, invitaciones a cantar, saltos de altura, y pantallas con imágenes del máximo intérprete contemporáneo de la música popular.

Otra constante son los pétalos de rosas rojas, las cuales funcionan como un manto que va haciendo transiciones, marcando tiempos y envolviendo la atmósfera de un misticismo particular. A lo largo del show, pueden verse momentos clave del fenómeno Juan Gabriel, un talento hecho a base de colocar un ladrillo encima de otro hasta lograr una carrera de 40 años.

No es una obra de protagonismos. En varios momentos, las canciones hacen honor a los espectáculos circenses (un atractivo que incluso puede notarse durante las tres llamadas previas al show). Pero en ocasiones resulta ser al revés: el cuerpo y su desafiante maquinaria se luce cuando se coordina con otros cuerpos y logran enmudecer al público. Los aplausos y gritos caen como confeti y en la mayoría de los números puede notarse a una audiencia comprometida mirando la acrobacia porque, al mismo tiempo, domina desde hace años las canciones del divo mexicano.

“Perdona si te hago llorar…”

Se nota el tiempo que la producción se tomó para analizar la obra de Alberto Aguilera, el astro que vendió 150 millones de discos en el mundo. Y se refleja en los diseños de vestuario, la producción y, sobre todo, el colmillo para reversionar a un genio sin faltarle al respeto (los músicos ejecutan las canciones con toques acústicos, algunos más sinfónicos e incluso la presencia de un mariachi).

Lo anterior se debe, por supuesto, a la maestría. La compañía ha hecho shows inspirados en el invierno (‘Holiday Wonderland’), la guerra entre el bien y el mal (‘Heroes and Villains’), una vuelta invernal a un sitio clásico (‘Holiday Wonderland’) o la obra de célebres compositores (‘Rhapsody’, basado en las canciones del pianista George Gershwin). ‘Querida’ es la primera producción de Cirque Música que honra el talento hispano, lo cual representa un voto de confianza invaluable.

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Y justo porque se trata de hacer coexistir acrobacia con música, el show cumple el cometido de crear una experiencia. Hay momentos en los que pasan tantas cosas arriba y abajo del escenario, que dan ganas de volver a acudir para apreciar cada detalle.

El genio detrás de este encanto es, una vez más (quién si no), Morris Gilbert. Si lo que hay frente al escenario resulta ser tan contundente es porque, claramente, lo que hay detrás está igual de bien ensamblado. Y ahí es donde Morris echa a andar el mejor recurso que tiene: su experiencia.

Su mano se nota en la producción e incluso en la elección del recinto. Gilbert tiene una pericia tal, que a ratos es difícil creer como puede convertir un mismo teatro como el San Rafael en una película llena de efectos especiales (‘Ghost, el musical’), un escenario nevado (‘Slava’s Snowshow’) y ahora un circo que celebra a un titán de la música.

El público quedará tan impresionado que le resultará difícil creer cómo un ramo de canciones tan conocidas y tarareadas en lo cotidiano pueda ser el fondo musical de un acto circense y cohabitar en el mismo espacio. Y esto sólo ocurre cuando ambos universos tienen calidad.

Claramente, cualquier homenaje musical realizado a un cantautor con una obra registrada de 1,800 canciones quedará corto ante la altura de su legado. Pero el espectáculo sabe resolverlo cuando pone a sus cantantes a hacer lo que saben hacer y dejan que los acróbatas se den a lo suyo. El resultado: invaluables voces dando luz a actos circenses que agrandan los ojos.

Hay momentos que valdrá la pena atesorar: una deslumbrante fiesta al ritmo de ‘El Noa Noa’, un show de aros al cantar ‘Pero qué necesidad’, un intenso acto en el aire bajo ‘Abrázame muy fuerte’ y, especial mención, una nostálgica reflexión bajo una persiana de flores con la caricia de ‘Amor eterno’, un número tan bien ejecutado en la voz y el solo de guitarra, que creará un silencio seco en la audiencia… con el dolor que sólo siente quien ha amado en la presencia y extrañado en la ausencia.

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Más que un homenaje, una biografía o una función de circo, este show es una celebración, como dice su nombre. Y comienza tal como termina: con una vela que simboliza la luz de la esperanza. De esta manera, Juan Gabriel vuelve a la vida con su mejor legado. Pero cuando se combina con el talento de la acrobacia puesta al límite, entonces ambos mundos se enriquecen… y el mayor beneficiado siempre será quien se sienta en la butaca. Sin duda, Cirque Música ‘Querida’ logrará con el público un “Amor eterno e inolvidable…”.

Cirque Música ‘Querida’
Teatro San Rafael
Virginia Fábregas #40, colonia San Rafael, Cuauhtémoc, Ciudad de México
Boletos a la venta en:

https://www.ticketmaster.com.mx/cirque-musica-querida-boletos/artist/2930663

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